A modo de previsión, y con mi poca experiencia en aquellos lares, establecí primero que todo un protocolo de emergencia basado en una simple regla: Si hay tiroteo...pal piso, Si hay incendio...pal piso, Si hay redada...pal piso, Si hay cualquier vaina...pal piso.
También establecí un protocolo de vocabulario basado en disfrazar algunas palabras en orden de mantenerme vivo: "Gente de bajos recursos" (Negros de mierda), "Sectores populares" (Éste maldito barrio), y muchos más vocabularios de mi uso común que no podía utilizar.
Mi trabajo en el sector se basó en vigilar negritos en una piscina inflable. Cabe acotar, la piscina era inflada en la mañana por el camión cisterna, y no volvía a ser llenada. Inútilmente les trate de advertir que se bañaran antes de entrar (Para que la piscina no acabara negra tan rápido) y que no se lanzaran (Para no vaciar el agua de la piscina). Resulta que la fiesta en el barrio termina cuando la piscina está NEGRA o no le queda agua, o cuando algún carajito saca algún chuzo en un colchón inflable y lo desinfla.
La experiencia me valió para corroborar algunos rumores que ya sabía, esos que dicen que el/la venezolan@ tiene para comprar cerveza, Directv, y tetas de silicón, pero no tiene para la alimentación de sus hijos.
También me valió para ver que algunas personas pueden hacer de su vida algo muy hermoso con cosas que otros consideran inútiles, que algunos no van a saber lo que tienen hasta que lo pierdan, y que en una misma montaña (A la que algunos llaman terrazas y otros llaman cerros) coexisten mundos paralelos. Definitivamente, la sonrisa de un niño vale más que cualquier bien material.
Ciertamente por más que se cambien nuestros gobiernos no se va a cambiar nuestro rumbo, para ello implica un cambio de mentalidad que nunca va a existir en nuestras tierras. Ojalá en algún momento ocurra ese cambio social que algunos ciegamente esperan, yo sé que no estaré vivo de aquí a que ese cambio ocurra.
EPÍTETO Y PUNTO CÓMICO DE LA EXPERIENCIA: Conocí a un bicho burda de lo que tal que se llama "Carteluo", todo el mundo lo conoce, es algo así como el mensajero del barrio. Carteluo usa lentes de sol porque está virolo al haberse consumido por la droga, y lo pueden ver en la plaza con una pata de elefante de anís desde las 9 de la mañana. Además es el que está en las lucas en el barrio, tiene un kiosko de películas piratas, y a eso de las 3 de la tarde saca su carrito que dice: "Pollo frito con yuca y ensalada, buen provecho!", más insalubre imposible pensé yo. Además es experto jugador ping-pong y dominó, y rescató a unos cachorritos que se hallaban entre una caja de cartón y un trozo de techo de zinc. Un tipo chévere, digno de conocer, todo un personaje.
Se despide, con ganas de conocer un barrio de nuestra ciudad capital éste Domingo...
Cruel, pero sincero...Ario.
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